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lunes, 24 de septiembre de 2012

MIS VACACIONES EN MERIDA 2012 - PARTE 4


Aquí un video para que vean parte de la Ruta El Valle-Paramo La Culata.

Domingo 12 de Agosto: Además de los tradicionales atractivos en el corazón de la ciudad de Mérida, existen varias rutas muy interesantes dentro de la capital con identidad propia. Una de éstas es la vía a El Valle. La mejor idea es planificar su exploración para un fin de semana puesto que muchos de los sitios sólo funcionan esos días. Asimismo, debido a que, por las tardes, una espesa neblina casi siempre cubre este valle, es aconsejable iniciar su recorrido temprano… Y eso fue lo que hicimos nosotros, nos levantamos bien tempranito para iniciar la jornada que comienza al norte de la ciudad en la Vuelta de Lola; por cierto al recorrerlo observamos que es un sitio ideal para aquellos que quieren quedarse en un lugar de esta zona, pero a la vez tener acceso rápido a la parte principal de la ciudad, existen muchas opciones al inicio de la vía, como: Riverside después del aviso de La Cuchilla en El Playón, tiene un ambiente con impecable jardines y un sauna; así como en el Hospedaje La Florida en el Sector Playón Alto, con amplias extensiones de grama salpicadas con áreas de jardín y numerosos refugios, un lugar con hamacas por aquí, un caney pleno de orquídeas y varias mesas por allá, otro caney con parrillera, área con pool y futbolito de mesa.
Hospedería San Javier del Valle, Año 2007

Mientras ascendíamos por una vía pavimentada y estrecha íbamos disfrutando de los poblados de San Jacinto y Chama, deteniéndonos a degustar pasteles y chicha andina en San Benito. Después de desayunar, continuamos y más adelante, visitamos la Hospedería San Javier, propiedad y administrada por Fe y Alegría, es una opción agradable, ya que es bella y se siente la paz. Es un atractivo edificio de tres pisos hay 43 cómodos cuartos, restaurante y salones de reuniones. Una nota especial es que ¡todos los bellos muebles, puertas de madera tallada, las rejas y balcones decorativos de hierro forjado fueron fabricados aquí por los muchachos de Fe y Alegría en el programa para capacitarles con destrezas para subsistir! Cuenta con grandes extensiones de áreas verdes y un bosque ideal para caminatas.

Al seguir, pasamos el Sector El Arado, ocupado de numerosos kioskos con comida ligera, vino de mora o fresa, fresas con crema o helado, artesanías, que según están abiertos todos los días.
Por la vía de Arado A, entre las tres mejores opciones de alojamiento esta Posada Sol y Canto, tiene piscina, tasca, comida por encargo, caney con parrillera y para los niños una fabulosa área techada rebosante de juguetes. Un poco más adelante, se encuentra Posada Rancho Vera; y casi al final de la calle, está Chalet Claumar, con minicancha de baloncesto, parque infantil, piscina para niños, caney con parrillera y mesas… Y aquí realizamos, una segunda parada, siempre lo hemos hecho, para hacer Tai Chi, nos encanta y acá se la ofrecen al público todos los domingos en la mañana y es GRATIS. Los dueños, Claudio y Mary Rodríguez, ahora tienen una "puerta trasera secreta" que da acceso a un bello riachuelo rodeado por bosque para pasear o beneficiarse de un baño helado… huyyy que frío que estaba, es mejor seguir y lo hicimos rumbo a Spa Cuatro Estaciones, a darnos unos masajes que solicitamos previamente el día anterior. Este lugar queda en el sector Bella Vista y es un sitio que complace tanto a los sentidos como al cuerpo con bellos detalles como mosaicos de serpientes y arañas en el fondo de pozas, cascadas, jardines. Además, tiene una piscina con hidromasaje, sauna, sala de vapor y se dan masajes con previo cita. Solo pagamos Bs. 80.000 por día para 2 personas, una grata sorpresa verdad, para los que no sabían, pues si, mientras paseamos por el Valle, mimamos nuestro cuerpo, es por tal motivo que salimos bien temprano… vale la pena ¡¡¡CIERTO!!!
De vuelta en la ruta Paramo la Culata, en la vía para Monterrey, casi al final, pasamos, la Granja Los Sauces, un bonito restaurante, además de fabricar sus vinos, licores, ponches, elíxires medicinales, mermeladas y salsas caseras.
Un poco más arriba, en la misma vía, nos detuvimos en Eco Aldea Valle Rey, es un complejo de 34 hectáreas de Truchicultura. Los primeros módulos tienen el aspecto de una pintoresca aldea antigua, con el restaurante principal en una terraza que da a la parte trasera, donde están los tanques para la cría de unas 300.000 truchas. En un módulo aparte, L'Trout cuenta con servicio de comida rápida basada en trucha (¡desde ahumada hasta salchichas!), tienda de artesanía, venta de vinos y licores artesanales. Por el otro lado, se encuentra el muy interesante Museo de El Hombre y La Naturaleza. Pasando los portones, admiramos la enorme colección de bonsái; luego, un área donde los visitantes pueden probar suerte pescando truchas, un campamento, el "Bosque Ecológico" (es un terreno virgen repleto de árboles enormes y flores donde, aparte de senderos para caminatas, existen varias áreas para montar carpas (que allí mismo las alquilan), cada una separada de las otras por el mismo bosque. También se ofrecen paseos a caballo, balsas para uso en la laguna y una nueva adición: Un parque infantil gigante y un minibosque de bonsai para los niños, donde pueden conocer los árboles a su nivel, en un entorno natural (¡Qué idea tan genial!). También posee alojamiento, el campamento tiene capacidad para 60 en cómodos dormitorios. Un plan "full day”.
Uuuff quedamos cansados de caminar todo o parte del complejo, así que descansaremos en el auto mientras proseguimos pasando el restaurante El Fogón de la  Chapeta, el cerro de las Flores, el cerro El Carmen y el Valle del Escorial… Y una popular parada para nosotros, cerca del final de la ruta es Parque Agroturístico y de Aventura "Eco Wild", son 400 hectáreas de la Hacienda La Culata, una finca de ganadería lechera, que por solo Bs 6.000 pp., le permite la observación del ordeño y la producción de queso y el acceso al restaurante, bar-área social con chimenea, parque infantil y minizoológico con animales domesticados, es muy bonito. Lo más atractivo para nosotros, son las excursiones, ya que paseamos en motos de cuatro ruedas y doble tracción por un circuito de unos 75 minutos por la finca.
Después de probar las delicias gastronómicas en la ruta, y pasar el Hotel Paramo La Culata, llegamos al final de la vía y la entrada del Parque Nacional La Culata, una maravillosa manera para cerrar con broche de oro su recorrido y quemar algunas calorías sería hacer una caminata en este extraordinario entorno.
El principal atractivo del Paramo La Culata, además de su vegetación formada por selvas nubladas, páramos, piedemonte y fauna, es la formación montañosa constituida por los páramos: El Campanario y Pan de Azúcar, dos de los picos más altos sobre la Sierra de la Culata. Otros picos sobresalientes son El salado, La Culata y Piedras Blancas.

Tuvimos que dejar el carro distante, por los muchos visitantes que habían para el momento, así que caminamos y lo primero que hicimos fue saludar a María Avendaño y su hija, ellas preparan los mejores alfajores que he comido en mi vida, la boca se me hacia agua, por lo que compramos la primera cajita y nos dirijímos a el parador para comprar chocolate caliente y acompañar los dulces. Fuimos a los baños y salimos a caminar un rato viendo los bonzais, guantes, gorras, sombreritos, la olfebreria y artesanías que venden, admiramos las pinturas, especialmente de rostros, dibujadas a mano alzada y al carboncillo. La gente paseando a caballo y deslizándose por una cuerda en el aire. Luego nos cominos unas fresas con crema y conversamos con algunos visitantes, mientras esperábamos que llegara el Ing. Gustavo Donzella, la espera fue larga, pero después de 1:30, llego y finalmente pudimos comprar los productos naturales y artesanales que prepara este señor y su familia. A nosotros nos  encantan, son exquisiteces elaborados con ingredientes frescos y de calidad, preparados con aceite de oliva, ajo, finas hierbas aromáticas y sal (sin químicos), además de ricos recomendados para la buena salud. Bueno compramos 1 de Berenjena, 3 de Tomate y 4 de Champiñones. Regresamos al parador turístico, al entrar le compramos a la sra. María Emilia, 6 cajitas más de alfajores para llevar a casa, ya que la otra fue para comer allá. Cerca de los baños esta una tiendita, allí compre 2 litros de vino de pétalos de rosa y una de mistela, me la dieron a probar es muy fuerte, me temblaron las rodillas hasta los talones jajajajaja. Mi acompañante se tomo un calentaíto y lo desafíe a tomarse una mistela, lo hizo sin arrugar, solo dijo: “Es más fuerte que el calentaíto”.    
Aquí disfrutamos una visita muy hermosa, en la que pudimos admirar el bello paisaje; pero ya había hambre, por lo que emprendimos el regreso en silencio, nos detuvimos para comer en el Hotel Paramo La Culata, pero esta full y otros restaurantes que pasamos igual, ya era bastante tarde y en el puente La Vergara (ubicada a 10 km del inicio de la ruta) está el complejo estancia El Encanto, decidimos parar allí para probar la comida de su restaurante Cardamomo; ambos escogimos medallones de lomito en salsa de champiñones con una ensalada de pavo ahumado con mezcla de lechugas, nueces, manzana, calabacín y vinagreta de mostaza, la cual viene acompañada con una cremita de vegetales para untar y bollitos de pan caliente con semillas de cilantro. ¡Todo muy sabroso!
Como ven en la Ruta de El Valle, tendrán la oportunidad de tener una placentera jornada de un día de tranquilidad, con preciosos paisajes, comida para todos los gustos, artesanías, y en general un ambiente destinado para su disfrute.
Llegamos a Mérida y queríamos bajar todo lo que almorzamos, así nos llegamos hasta el Parque la Isla, la pegamos es un sitio ideal para grandes y pequeños, es decir, para que todas las familias disfruten de un día completo, haciendo un picnic. Aquí nos quedamos el resto de la tarde, hasta la hora de su cierre, hablando, paseando y mientras pasamos un rato ameno.
Fuimos al hotel, nos bañamos y descansamos; más tarde caminamos hasta la nota que nos queda casi al frente para comer unas hamburguesas y regresar a ver un rato TV y dormir temprano, ya que mañana regresamos a Maracaibo.

Lunes 13 de Agosto: Al levantarnos fuimos  al Mercado Principal, al llegar la mezcla de los olores de las frutas, hierbas y legumbres… lo domina todo… Al pasar los puestos de comida el olor de los pastelitos calentitos era tentadoramente intenso. Desayunamos y tomamos vitamina (es una bebida tipo batido a base de leche y no sé que más, que se sirve fría con canela en polvo por encima. Es deliciosa, el secreto a mi parecer debe ser la manera en que la baten porque a pesar de ser espesa es muy ligera, cuando te sirven el vaso no pesa nada… no es demasiado dulce y la canela le da un toque de sabor y aroma perfecto). Compramos unas ofertas de paquetes de arepitas de trigo andinas… Y empezamos la búsqueda de un abrigo que me gusto en los Chorros de Milla, pero no había mi talla. Finalmente, lo encontré en el piso 3, y como tenían mi talla lo compre. Luego regresamos al hotel a bañarnos y montar el equipaje para “Decir Adiós a Mérida y los Andes”.
El regreso fue entretenido, salimos hacia el páramo, la luz de la mañana nos dejaba ver los valles, ríos y curvilíneas carreteras del páramo. Nos paramos a comprar arepitas y queso ahumado antes de Mucuchíes, y luego en el Collado del Condor o Pico Águila, tomamos chocolate caliente con cocosette y algunas fotos. Durante el viaje realizamos algunas otras paradas para tomar fotos, ir al baño y proveernos de gasolina. Almorzamos en La Pergola, un restaurante en la Av. Principal de Valera, donde siempre nos parábamos a comer.
Desde Ciudad Ojeda, ya de noche cae un fuerte aguacero, que nos hizo ir lentos… Pero en Cabimas se complico más el trayecto, la lluvia era más fuerte, cayeron granizos y se fue la luz; lo que hizo menos visible la carretera, teniendo que ir muy despacio y parar algunas veces. Gracias a Dios, de Santa Rita en adelante, solo era llovizna por lo que pudimos llegar a las 9 de la noche.
La parada de Mérida fue larga, casi una semana lo cual, teniendo en cuenta lo apresurado que íbamos últimamente era más que necesario. De cuando en cuando es conveniente echar raíces un poco en el mismo sitio… No puedo despedirme sin reiterarles: Que pasar las vacaciones en Mérida es… Simplemente fabuloso, empezando por la ciudad, su gente y su comida. Quedamos atrapados y con muchos ánimos de volver pronto.
Es por eso, que dedicare unos blogs ofreciendo un poco de información (la que conozco) sobre la ciudad de Mérida, por ejemplo cómo llegar, dónde hospedarse, dónde comer, qué lugares visitar; claro basados en los sitios donde me he hospedado y comido; todo como una manera de orientar aquellos que van por primera vez, o aquellos que aún no encuentran el lugar apropiado.
Por lo que tratare en lo posible de recordar los hoteles y restaurantes que he visitado, Okey.

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