Las opciones de alojamiento en la ciudad de Mérida son muchas, yo les hablare de las que tenido la oportunidad de hospedarme, desde años atras, y luego de las más recientes:
La primera vez que visite la ciudad de Mérida, era apenas una jovencita, estaba en vacaciones escolares y fui invitada por mi hermana, su esposo y sus 2 hijos. Primero llegamos en La Pedregosa Hotel, ubicado a 10 min. Del centro de la ciudad, final de la Av. Los Próceres, Zona Industrial de los Andes, Urb. La Pedregosa. Para aquel entonces con calidad de servicio y confort, me imagino que en la actualidad debe ser mejor aún. He leído en internet que ha sido modificado bastante y tiene hasta bingo casino.
Luego, por nuestras travesuras (mis 2 sobrinos y yo, al escaparnos por la terraza de la habitación para ir a bailar a la discoteca); mi hermana y su esposo decidieron cambiarse para el Hotel Caribay, agradable, excelente servicio y bien ubicado al final de la Av. Lora con Viaducto Miranda. También en internet se observan actualmente mejoras para un máximo disfrute.
La tercera visita a Mérida, fue en mi luna de miel, que disfrute en el Hotel Nevada Palace, confortable, buen servicio, ameno y estratégicamente ubicado en el centro histórico de la ciudad, cerca de la Plaza Bolívar, el Rectorado de la Universidad de los Andes y del Sistema Teleférico. En la calle 24 entre las avenidas 5 y 6. Por lo que, en otro viaje nos volvimos a quedar aquí. Actualmente, mejorado.
En otras visitas, repetimos en varias ocasiones pernotar en el Hotel Monte Carlos, ubicado en la Av. 7, entre calles 24 y 25, a dos cuadras de la estación del Teleférico. Sencillo pero cómodo, buen servicio. Actualmente, vi sus fotos en internet y se observa que las áreas comunes son lindas y cómodas, pero sus habitaciones siguen siendo sencillas.
En viajes más recientes y por los altos costos, se hizo necesario buscar la economía y para ello iniciamos la búsqueda de nuevos alojamientos más accesibles; de esta manera en uno de esos viajes caímos en la Posada La Montaña: “La Posada se encuentra en la Ciudad de Mérida, capital del Estado Mérida, en el corazón de los Andes venezolanos y cuenta con 19 habitaciones bien equipadas. También cuenta con un salón de lectura, abierto, con vista a la Sierra, más terraza al sol. Tiene un restaurante que sirve comida venezolana y además tiene servicio de lavandería y Zona Wi-Fi de Internet inalámbrica. Por su calidad, precio y buen servicio, ha sido designada como la escogencia del editor en la ciudad, por la prestigiosa guía de viajes “Lonely Planet”.
Esta es la descripción que se lee en la página web de la posada, y cuando chequeas la referencia en Lonely Planet -como hice yo- no te queda duda de que escogiste la mejor posada, así que sales raudo y veloz a hacer la reservación en la posada más fashion que viste en el centro de Mérida, así me pasó a mí, peeeeeeero… como decía mi mamá “no todo lo que brilla es oro” pues si bien la posada es bonita, tan linda como en la foto, las habitaciones son chiquiticas, la atención deja muuuuuuucho que desear, pues te tratan con cierto desdén como que se supone que uno debe ser extranjero para poder entrar allí y en lo que te notan cara de criollo -y yo con mi color, no lo puedo negar- se te pegan atrás como si te fueras a robar algo, tienes que andar pendiente de que ellos prendan el hidroneumático del agua, porque si no se los recuerdas te puedes quedar enjabonado cuando te bañes -eso me pasó a mí- son incapaces de decirte donde queda el estacionamiento -usualmente las posadas en el centro Mérida no tienen estacionamiento- ni de darte ninguna dirección de nada. La comida del restaurante es buena, aunque volvemos al tema de la mala atención. Así que definitivamente no puse el nombre de la posada en negrita, ya que no les recomiendo que se queden allí.
Luego, 4 meses después de este viaje, me toco acompañar a una amiga de Coro, quien me invito con los gastos pagos para que le sirviera de guía (por ser su primera vez). Así que nuevamente, andaba yo buscando posada en Mérida con malicia de no llevarme otro chasco como el anterior. En esta oportunidad, reservamos en la Posada Mucurisá intentando mejor suerte, pero que vaá, nos fuimos de guate-mala a guate-peor, como diría mamá.
Por cierto, que andábamos con la mamá y la abuela de mi amiga; y llegamos un martes en la noche un poco desorientadas, lo primero que hice fue llamar a la posada para rectificar la dirección y la mujer que me atendió, una vez que le dije dónde me encontraba fue ratificarme que estaba muy lejos y me trancó. Preguntándole a los merideños -que son súper amables- logré ubicarme y llegar a la posada que estaba cerrada, por lo que tuve que llamar por teléfono y tocar el timbre (todo al mismo tiempo) para que me abriera la puerta una mujer con cara de pocos amigos que sólo atinó a refunfuñarme un “Buenas noches”; por cierto me quería dar una habitación en el segundo piso, tuve que decirle que llevaba a la abuelita, fue cuando nos dio en planta baja, pero… ¿qué creen?... Nos dio “LA ULTIMA” del fondo, aún cuando tenía todas las primeras habitaciones “VACIAS” y eran del mismo estilo de las que nosotras estábamos pagando. Tampoco, nos dio FACTURA por la habitación, aunque nos cobró todos los impuestos; en ese instante me acordé del SENIAT y de haber sido alguna de nosotras funcionaria de impuestos: ¿qué habría pasado?... Menos mal que no lo somos, pero es ILEGAL cobrar impuestos y no dar facturas.
La cosa no quedó en eso, pues le dijimos, sabes vamos a cenar y regresamos, que nos recomienda cerca de aquí… -Ni crean que nos sugirió algo ni nada, menos mal que yo sabía dónde iba- lo único que hizo fue decirme que ellos no tenían estacionamiento y darme un teléfono por si acaso llegaba después de medianoche. Culminada la cena, dejamos la mamá y la abuela en la habitación y fuimos a guardar el carro. Cuando regresamos descubrimos que “NO HABIA AGUA” en la habitación y cuando fuimos a buscar a esta señora ya se había encerrado, así que pasamos la noche SIN AGUA… ¡¡¡Que tal!!! ¿qué clase de hospedaje es este?...
Al día siguiente, en atención cambiaron de persona pero no de actitud, mientras buscamos el carro, dejamos a la madre y la abuela haciendo el Check Out. Adivinen… Pues no las querían dejar salir de la posada hasta tanto no revisaran la habitación… ¿Qué creen que tratan con ladrones?.
Por favor, la mamá de mi amiga con casi 60 años y su abuela de 80, ambas paraditas en la puerta con casi todo el equipaje y sin poder salir mientras esta gente revisaba la habitación y nosotras afuera sin poder entrar y sin entender ¿qué pasaba?... y ¿por qué no salían?
Otra posada que no les pongo el nombre en negrita, porque para nosotras, especialmente para mí, realmente es LA PEOR POSADA DE MERIDA y si no lo es, entonces están cerca de serlo, es tan mala la atención y todo, que ya extrañaba el sendo chasco de la Posada La Montaña (que no me gustó para nada). Lo que más me impresionó es que la posada es tan linda en su infraestructura, se ve que quien la hizo o la diseñó lo hizo con cariño que eso hace aún más chocante la mala actitud de las personas. Así que después de esto, continúe mi búsqueda de una posada en Mérida.
Aquí estoy nuevamente, buscando en la red y encontré un listado de hoteles, y simplemente basándome en su ubicación marqué los que me interesaban, total, íbamos en un viaje express a la ciudad de los caballeros y necesitaba un alojamiento para una noche, sin mayores expectativas y después de mis experiencias con la Posada La Montaña y Posada Mucurisá decidí que me iba a transar por los hoteles y en el nombre de Dios, que fuera lo mejor para nosotros…
Así que tempranito en la mañana de un martes llamé a “Hotel Pueblos y Ríos” y la atención que me dieron por teléfono fue tan atenta y educada que me dije, este es el mío, y así de una vez hice la reservación para esa misma semana. Pregunté si podía llamarlos en caso de perderme en la ciudad, y me dijeron que con mucho gusto y además me repitieron la dirección, me dijeron que si iba por la Universidad tenían zona wi fi y me repitieron que había estacionamiento.
Cuando llegamos la noche del miércoles al hotel la atención fue igual de esmerada que por teléfono, nos ayudaron con el equipaje, incluso a guardar el carro, nos permitieron escoger la habitación y, como no tienen restaurant, nos recomendaron donde comer (justo al lado) y hasta nos dijeron que si queríamos pizza ellos la podían ordenar por nosotros. ¡¡¡Chevere verdad!!!.
Aunado a la calidad del servicio, nos encontramos con un pequeño hotel decorado con muy buen gusto, había arte por todos lados, una salita de estar muy divina.
Y nos quedamos en una habitación sencilla pero muy agradable y cómoda, para dormir arrullados por el sonido del río que baja de la montaña. Realmente fue una experiencia muy agradable, y para mí el Hotel Pueblo y Ríos es un hospedaje que puedo recomendar ampliamente. Está Ubicado en la vía Principal Chorros de Milla, sector Los Pinos, № 2-20. Télf: 0274-9352501 y 0414-7088144.
Y volver, volver, volver… 3 veces, porque vuelvo a Mérida, voy de nuevo con mi amiga de Coro (esta vez sólo ella y yo) y volvemos a la búsqueda de posada, la ideal para recomendar jajaja.
Preguntamos en Facebook: ¿Quién me recomienda una posada en Mérida?... Al poco tiempo llego la respuesta “La Casona de Margot“, y aunque mucho se dice que es estos medios no se debe confiar, yo tengo gente que conozco en persona de años, que están aquí, en quienes confío, y al provenir esta corta respuesta de una de mis fuentes más seguras, busqué en google el site de la posada. Llamé por teléfono, reservé, realicé transferencia electrónica y partimos rumbo a la Casona en búsqueda de un nuevo hospedaje.
Lo que más nos gusto de la Casona de Margot es la atención que recibes allí, todo el personal es muy amable y eso siempre lo agradezco. Las habitaciones son limpias, cómodas y muy agradables para estar. Un detalle lindo es que las toallas las cambian a diario, cosa que no ocurre en todas las posadas. Aprecio mucho las mesitas que tienen en los jardines, donde usualmente escribimos sobre el paseo y la posada. La Casona de Margot comparte estacionamiento con otra posada en la misma calle, y aunque hay que caminar un poquito para pedir que les abran la puerta cada vez que vayan a entrar o salir, la verdad es que se agradece tener en todo el frente de la posada el estacionamiento, es un lujo que muy pocas posadas en el centro de la ciudad de Mérida pueden ofrecer y, para los que viajamos en auto y cargados de maletas (yo soy una, que aun no aprendo a viajar ligera de equipaje) resulta realmente muy provechoso. Si salen de paseo tempranito, como nosotras, podrán disfrutar de un rico café cortesía de la casa, que siempre cae bien en las frías mañanas merideñas. Aunque no cuenta con servicio de restaurant, por estar ubicada en la Av. 4, Bolívar, entre calles 15 y 16 del centro de Mérida, a pocas cuadras de la Plaza Milla, de igual manera su ubicación hace que conseguir comida no sea un dilema. Cerca de la Plaza Milla encontré una pizzería fabulosa donde se come realmente riquísimo y la atención es esmerada, y a la que puedo ir tranquilamente caminando desde la Casona. En esta posada nos sentimos como en casa, por lo que mi amiga la acogió como su hogar en Mérida y siempre que va se queda con ganas de volver. Anótenla para su próximo viaje a Mérida, les encantará.
Ahora, si van en carro, desean descansar lejos del tráfico de la ciudad y quieren disfrutar del friiíto de los Andes Merideños, entonces les recomiendo Estancia La Cañada en el pueblo de Escaguey, a 45 minutos de la ciudad de Mérida. Es la definición de felicidad TOTAL lo que siento al llegar a esta posada. Me encantan los jardines, los senderos rodeados de flores y pinos, las caminerías con piedrecitas, las habitaciones pulcras, el agua caliente perfecta, la comida exquisita y muy especialmente la atención que te brindan al llegar, te sientes como si fuiste a pasar vacaciones en casa de tus mejores amigos, o de esos primos favoritos que viven en un pueblo lejano. Es esa sensación de haber llegado a tu hogar en el páramo lo que hace de la Estancia La Cañada un lugar realmente especial.
Al despertar, muy temprano me encanta sentarme en los corredores a mirar la sierra, respirar el aire puro, disfrutar de ese silencio absoluto que solo interrumpen el trinar de los pájaros y el río cantando a lo lejos. Suelo dedicar esos ratos divinos a darle Gracias a Dios por la vida, por este planeta tan hermoso donde vivimos. Es una reconciliación con la humanidad lo que siento en Escaguey, y a todo el que me pregunta: “¿Dónde quedarse en Mérida para descansar mente, alma y cuerpo?”… les cuento esto, con tanta emoción que me brillan los ojos.
Si se han animado a descubrir la Estancia La Cañada, de la familia Araujo, en el páramo andino, pueden comunicarse con María Susana vía telefónica: 0414-1294308 o escribirles a escaguey@movistar.net.ve, quien les organizará una estadía absolutamente fabulosa en sus cabañas espectaculares, con jardines preciosos y un servicio impecable. Otro teléfono: (0212)963.56.08 y su página: www.escaguey.com.
Después de encontrar las posadas ideales, una en la propia ciudad de Mérida y la otra, en ambiente natural, a escasos minutos de la ciudad. Me lanzo a buscar un hotel acogedor, con estacionamiento, cercano a la Plaza Las Heroínas y económico, por preferencias de mi pareja. Por lo que probamos en 2 oportunidades, en el Hotel El Teleférico, ubicado en la calle 25, frente al Parque Las Heroínas. Es bueno, cómodo, más o menos económico, pero con horario para el agua caliente y cuando se va el agua, es definitivo que no hay agua. Si puedes soportar eso, pues lo recomiendo. Sin embargo en temporada alta no se consigue cupo. Por lo que muchas veces nos toco quedarnos en el Hotel El Parque, ese era su nombre antes de cambiar de dueño, la atención era muy buena, pero las habitaciones muy pequeñitas, el servicio de TV era por un pago adicional, algunas de sus habitaciones eran o son tan chiquitas que los baños no tenían puertas sino cortinas, y presentaba el mismo problema de agua como el Hotel El Teleférico; así como el agua caliente, de mañana hasta las 9 y de tarde de 4 a 6. Pero por su precio y ubicación siempre está lleno en temporada alta. La última vez que nos quedamos allí, ya había cambiado de dueño y por lo tanto de nombre, por el de Hotel Los Alpes, y queda al lado del Hotel Teleférico, estructuralmente seguía igual y la tensión no era la misma, había desmejorado mucho, por lo que decidimos que para el próximo viaje debíamos buscar nuevo hospedaje.
Hace 3 años, acordamos de nuevo vacacional en Mérida, y yo lista como siempre en búsqueda de ese lugar PERFECTO para quedarnos en la ciudad cerca del Parque Las Heroínas y la estación del Teleférico. Con mi empeño, les he dado buenas recomendaciones, porque Estancia La Cañada, Pueblo y Ríos, junto a La Casona de Margot son excelentes opciones de hospedaje, buenas, bonitas y las 2 últimas; baratas y perfectas para alguien que llegue sin auto a Mérida y quiera tener todo cerca utilizando transporte público o caminando para moverse por la ciudad.
Bueno, después de tanto buscar el alojamiento perfecto en Mérida, la ciudad de los Caballeros, encontramos el lugar adecuado para nosotros, cumpliendo nuestras exigencias, ya que se encuentra a sólo 2 cuadras y media del Parque Las Heroínas. Para nosotros económico, la diferencia en costo comparada con los hoteles Los Alpes y Teleférico es mínina, y sus servicios superables: Para el momento, con estacionamiento, habitaciones confortables, bonitas, con TV, ventilador y neverita ejecutiva y lo mejor agua caliente a toda hora, posee tanque de agua para cuando se va el servicio. Muy buena atención de todos, les hablo del Hotel Altamira C.A., ubicado en la calle 25, Ayacucho entre Avs. 7 y 8, Casa № 7-48, Sector Centro.
Por lo que este año regresamos a hospedarnos aquí y saben, les comento que a diferencia de otros hoteles que a medida que lo visitas desmejora, este ha sido todo lo contrario, lo ampliaron construyendo más adyacencias y habitaciones, la recepción y loving son pequeños pero bonitos, pusieron a funcionar el restaurant (por cierto la especialidad gastronómica es comida mexicana) y es muy acogedor, pulcro y concurrido. Las habitaciones pintaditas y limpiecitas como siempre, con buen aroma. Los closeds pequeños, empotrados en madera; camas y mesitas de noche en madera, vestidas no sólo con sabanas y cobijas, sino adornadas con bellos edredones, cuadro de flora. Cambiaron los televisores por pantallas planas medianas y hay TV por cable; y el ventilador por aires acondicionados Split, manteniendo los demás servicios como la neverita ejecutiva, siempre agua y calientita a toda hora. El Sanitario, de buen tamaño y como antes, con puertas corredizas, pero algunos con todo nuevo como el de la habitación que nos toco y con un extractor en el techo que enciende cada vez que enciendes la luz del baño. Limpian la habitación y cambian la toalla todos los días, ponen jaboncitos y papel sanitario cuando realizan el servicio y su atención siempre buena, ya que su dueño y gerente general Tito Ramos, se la mantiene allí pendiente del buen funcionamiento del hotel. El costo de la habitación matrimonial con todos estos servicios es sólo 40 bolívares fuertes más que lo que cuesta actualmente esta misma habitación en hotel Los Alpes. Para nosotros el Hotel, Bar, Restaurant Altamira c.a., es el sitio que estabamos buscando en Mérida, porque es el complemento perfecto para la experiencia de disfrute que brindan los andes venezolanos. Así que se los recomiendo ampliamente. Si estas interesado aquí tienes los teléfonos: 0274-2528677 – Telefax: 0274-2523363 – 2521731 y 2521120 o escribe a su correo: hotelaltamiramerida@hotmail.com
Otros alojamientos recomendados por amigos:
Cerca de Tabay, en la Mucuy Baja, están Las Cabañas de Xinia y Peter, todo un espectáculo y además un templo gastronómico, de los sentidos y del buen vivir. Teléfono: (0416) 874.76.98, www.xiniaypeter.com.
En el centro de la ciudad de Mérida hay una posada sensacional que se llama Posada Casa Sol. Es una casona colonial decorada con un gusto delicado, a sólo cuadras de la Plaza Bolívar. Avenida 4, entre calles 15 y 16, Mérida. Teléfono: (0274)252.41.64, www.posadacasasol.com.
En la urbanización La Pedregosa de la ciudad de Mérida, a 2.000 metros de altura, está la Posada-Spa La Sevillana, especial para adultos que desean tranquilidad. Aquí se come divino en un ambiente paradisíaco, sin otro ruido que el cantar de los pájaros.
Teléfono: (0274) 266.32.27, www.andes.net/lasevillana/
Bueno hasta aquí buscando hospedaje, ya saben aquí les dejo un poco de todo: los caros, intermedios y económicos; recomendados y tambien los malos para que no se lleven chascos... TODO ES CUESTIÓN DE BUSCAR
CHAOOOOO !!!DULCES SUEÑOS!!!
Felicitaciones!!! Tienes un gran blog.
ResponderEliminarMuy bueno para los que no han ido nunca a Mèrida o a otros lugares en los que has estado.
Recientemente en diciembre 2012 estuve en Merida llevando a mi esposa y a mis hijas de 14 y 11 años que nunca habian ido.Yo personalmente he ido a Merida en 10 oportunidades y siempre es gratificante visitar las vias que la llevan y todos sus paisajes. Saludos. Sergio Costa
sergiocosta71@hotmail.com
En facebook: Sergio Costa Terranova
Excelente blog..una bitacora genial para viajeros...Dios mediante viajo el 30 de Abril. Otra cosa ya que eres viajera frecuente, donde podre pescar truchas..tengo un hijo un niño que quiere pescar y de hecho ya le prometi eso. Hace tiempo vi en alguna lado ,la existencia de un lugar ,no se si posada o restaurant donde se podiía hacer eso...incluso ellos la preparaban y cocinaban..para disfrutarla.
ResponderEliminarEspero puedas ayudarme...gracias
coronado_robin@yahoo.com
ResponderEliminar0424-6641076
Te agradezco esa ayudita, sobre la pesca de truchas
Me encantó tu blog. Gracias!
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