INICIO DE LAS VACACIONES JULIO 2010
Como todos los años, tomo mis vacaciones en el mes de Julio, casi siempre voy de salida el 10 o a más tardar el 15; esta vez no fue así, las condiciones monetarias estaban algo débil, así que decidí trabajar hasta el 16. Luego tome unos días mientras organizaba algunas cosas y preparaba mi equipaje. Así el miércoles 21 de Julio, salí para Monte Carmelo, un pueblito del Estado Trujillo.
Sólo que este no era un viaje de paseo, sino más bién de amistad y afecto, de encuentro, de solaridad y compartir con una gran amiga de la infancia y su único hijo, unos días en su hogar, ya que unos meses atrás había fallecido su padre y yo no pude estar físicamente con ella, la acompañe en sus sentimientos de corazón, pensamiento y por teléfono, pero no es lo mismo que estar allí con ella y más que decirlo... demostrarlo.
Pase 8 días divino, fue más que todo de descanso... dormir, comer, conversar, compartir, comer, recordar, jugar, comer, oír música, ver TV y nuevamente dormir.
Monte Carmelo es un pueblito muy muy pequeñin, con un clima agradable, frío, se respira naturaleza, muy bonito, ideal para un retiro y descansar. Bueno más que pueblito es un caserio, pero es hermoso, especialmente su gente tan sencilla y amable. Lástima que no tomé fotografías, no llevé ni camara, porque como les dije anteriormente, no era viaje de placer o paseo. Las poquitas fotos que traje las tomé con mi celular pero no tiene capacidad de almacenamiento. Sin embargo, fotografie un zapato grande en la plazita. Otros fotos de pueblitos las perdí al borrararlas del cell.
La casa de Deysi muy linda, comoda, acogedora, espaciosa y siempre bien limpia y organizada. A mi amiga Deisy la encontre más resignada, pero se le notaba triste aunque trataba de demostrarnos lo contrario; Jesús Eduardo, un chico cariñoso y feliz de mi visita. Ella y su hijo me trataron estupendo, me hicieron sentir cómo en mi casa. El único que al principio no me recibió bien fue Duque, un integrante más de la pequeña familia, que es la mascota. Un doberman que el día que llegue me salto encima dándome un susto de muerte, y no bastándole con eso, me tomó de la bota del patalón y me halo dándome un revolcón que casi me tumba, si no es por mi ahijado, Jesús Eduardo, el hijo de Deysi, no sé que habría pasado, y Deysi que tuvo que darle un regaño. Así que los primeros días casi no salía de la casa por temor a el perro. Pero ya a los 2 días, actuaba como si me conociera de siempre y hasta demostraba quererme. Duque es un perro inteligente, ya era eternamente condicional conmigo, bueno eso me demostró esos días después. Se porto muy bien conmigo, como todo buen perro, fiel amigo del hombre.
Por otro lado, Deysi y yo, conversamos mucho. Bueno el día de mi llegada no, ya que estabamos en el cuarto donde me ubico, y ella me conversaba pero les cuento... me quede dormida. Que mal educada fuí, pero creo que fue el cansancio del viaje. Pero ya para el siguiente día, en la noche nos quedamos hasta entrada la madrugada hablando, y al día siguiente nos levantamos tarde y más tarde jugamos a la guerra de almohadas. Este día, en el transcurso del mismo, Deisy me contó que piensa regresar a vivir a la población donde crecimos desde recién nacidas, es la población de Bachaquero en el campo PDVSA, su papá al igual que mis padres, también le dejó la casa de allí y me parece bien, ya que allí todo el mundo la conoce, toda esa gente es de cuando eramos niñas y los que no... llegaron en la época que empezamos a ir a la universidad. Además, ahí tiene primas que son abogados como ella, y personas que han sido clientes de ella siempre, mi casa (las de mis padres) queda al fondo de la ella y alli vive mi hermano Wily y sus hijos. De Bachaquero a Maracaibo son 1:45 y en Maracaibo estudia Jesús Eduardo (que podrá visitarla todos los fines de semana) al igual que su hermana menor (Yadira) y su familia; y también estare yo más cerca. Así que me encanta la idea, ya que en Monte Carmelo solo tiene amigos, porque la familia de su pareja viven en Mérida y Caracas.
Lo único es que no sabe que hacer con la casa de Monte Carmelo, si venderla o conservarla, yo le dije que la conserve para vacaciones y días de descanso... y lo mismo le dijo su hermano Pedro Luis, que llegó días después desde Valencia, con su esposa y una bebe, para pasar las vacaciones en Monte Carmelo en familia compartiendo con su hermana y sobrino.
Algunos días, ibamos a la ciudad de Valera, para realizar compras en el supermercado y a otros sitios a comprar algunas cosas que hacian falta. Un día de esos, nos fuimos los tres muy tempranito, subimos primero a Isnotú para asistir a misa en la Iglesia del Siervo de Dios, el Dr. José Gregorio Hernández, después de la misa caminamos bastantes por los alrededores, desayunamos y luego nos vinimos despacio, por la carretera había muchas ventas de verduras, frutas, artesania, panes dulces y aliádos, rosquitas, chicharrones de puerco, hamacas, muñecas de trapo, abrigos, guantes y gorros para resguarse del frío; y también sombreros y hasta playeros, así que me compre uno para llevarmelo en el viaje para Coro.
Otro de esos días, fuimos a pasear al Monumento y mirador de la Virgen de la Paz. Subimos en ascensor al primer mirador, ubicado en las rodillas de la virgen, desde allí observamos a la ciudad de Trujillo. Más tarde ascendimos por amplios escalones al segundo mirador, este queda en la mano izquierda de la estatua. Desde aca vimos Trujillo, Isnotú, Betijoque, Motatán, Pampanito, el embalse de Agua Viva y Llanos de Monay.
Ya en el tercer mirador, localizado en la mano derecha de la virgen, pudimos ver la Teta de Niquitao. Para continuar al cuarto mirador, tomamos el ascensor y subimos hasta la cintura de la estatua, de donde pudimos divisar La Ceiba, la Costa oriental del Lago, las crestas de Sierra Nevada de Mérida, varios páramos y parte de geografía trujillana hasta el Estado Lara. Y en busca de la más amplia e impresionante vista, Jesús Eduardo subió con otros visitantes para el quinto mirador, ubicado en los ojos de la virgen. Deysi y yo preferimos esperarlo en el cuarto mirador, evitando subir los 200 escalones para llegar hasta allá. Al bajar entramos a la capilla y nos quedamos un rato. Al salir caminamos por los alrededores mirando la artesania y probando dulces. Para después emprender el camino de regreso a casa. En el proximo blog les contare de los pueblitos que visitamos otra día...
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