FELIZ JULIO

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Llego Julio, y para mí es sinónimo de viajes. ¡Dios! Como haré este año para sacudirme aunque sea con amigas un par de días paseando.

Recuerdo la frase del escritor brasileño Paulo Coelho (1947): “El que está acostumbrado a viajar, sabe que siempre es necesario partir algún día”.

Mis viajes más bellos, los más dulces, los he hecho al calor del hogar, con los pies en la ceniza caliente y los codos reposando en los brazos desgastados del sillón de mi abuela. ¿Por qué viajar si no se está obligado a ello?... En mi caso, no se trata tanto de viajar como de partir; ¿Quién de nosotros no tiene algún estrés, preocupación o dolor que distraer o algún yugo que sacudir?...

Bueno, solo se están apenas iniciando las vacaciones, yo esperare con fe en “Dios” y la esperanza de que antes de que finalicen pueda realizar mi esperado viaje (por ahí tengo una invitación x 1 semana, no diré a dónde a ver si se concreta, les adelanto que es un sitio que me encanta); de ser así ya aparece por ahí algún día contándoles… y sea que viaje o no, les hago una invitación.

Un nuevo mes, un nuevo imperativo. En este caso sentir. Ser sensibles, tener los ojos bien abiertos… Julio - Sentir

Por fin llegó el verano y llegaron las vacaciones. Y es un buen momento para dedicar más tiempo a lo que más nos gusta, para hacer esas cosas pendientes que tuvimos que dejar aparcadas, para cambiar un poco de aires, para relajarnos un poco y disfrutar de tantas cosas bonitas que nos ofrece la vida. Y disfrutar no es consumir, disfrutar es sentir; por eso te invito a que este verano hagas lo que hagas, estés en donde estés, lo pases con quien lo pases… te atrevas a ser feliz sintiendo a tope lo que vivas cada día.

Ser capaces de sentir el amor de Dios y la felicidad, a pesar de las circunstancias adversas. Por eso quiero invitarte este mes a mirar hacia dentro, a hacer un viaje al interior, como San Agustín, y a disfrutar de las cosas sencillas de la vida. Para este viaje necesitas llevar algunas cosas importantes en tu mochila:

— Un poco de tiempo libre, pero de tiempo libre para ti.
— Un poco de silencio, para escuchar tu corazón.
— Unos ojos nuevos para mirar diferente.
— Un espejo para mirarte por dentro.
— Un libro de ruta, hay muchos, el mejor el que tú eliges.
— Una brújula, o mejor, un compañero que te guíe.
— Un poco de tiempo libre, pero de tiempo libre para ti.

Y no te olvides de algo muy importante, no hay que ponerse cremas protectoras, ni taparse los oídos con tapones, ni esconderse del sol con sombrillas o gorras, hay que dejar que el viento, el agua y el sol nos inunden, nos rocen y nos acaricien, para sentir muchas cosas bonitas:

— Para sentir el asombro
— Para sentir la fascinación
— Para sentir la ternura
— Para sentir el afecto
— Para sentir el perdón
— Para sentir la alegría
— Para sentir el placer
— Para sentir la amistad
— Para sentir el amor

 Para sentir… para sentir sobre todo esa presencia que es como la brisa suave, esa presencia maravillosa que es la presencia de Dios en tu vida. Feliz mes de Julio.